Consejos para alargar la vida útil de la hamaca
Dormir en hamacas es una de las mejores formas que tenemos para descansar nuestra espalda liberándonos de todos los puntos de presión, además de conciliar el sueño más rápidamente gracias al balanceo constante. Una vez que pruebas la hamaca esta pasará a formar parte de los objetos imprescindibles que debe haber en tu vivienda debido a todas las ventajas y beneficios que te proporciona. Y, por eso, en este artículo queremos darte las claves para ayudarte a alargar al máximo la vida útil de tu preciada hamaca. ¡Presta atención a nuestras recomendaciones!
Consejos para cuidar hamacas
Son varios los aspectos que debes tener en cuenta si quieres alargar al máximo la vida de tu hamaca. Ten en cuenta que, por lo general, estas están fabricadas con materiales resistentes que no suelen presentar problemas, ahora bien, es importante saber que no todas las hamacas son iguales. Por ello, te recomendamos que optes por hamacas de calidad, hechas con buenos materiales como el algodón o las hamacas de red. Estas hamacas resistentes y duraderas ofrecen una vida útil superior a la de las hamacas de gama inferior. En cualquier caso, e independientemente de que sean hamacas buenas o no tan buenas, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos.
Lleva tu hamaca a reparar o repárala tú mismo
Si detectas que tu hamaca cuenta con imperfectos, como pequeños agujeros en zonas donde pueden hacerse más grandes, nuestra recomendación es que procedas a repararlos cuanto antes. Más vale un grito a tiempo que cien a destiempo. En este caso puedes optar por dos opciones. En primer lugar, puedes arreglarla tú mismo —lo que supone detectar los imperfectos, coserlos, usar un parche o tejer la hamaca— u optar por llevarla a una tienda especializada, como una tapicería, donde puedan repararla de manera profesional. Recuerda que las hamacas tienen que aguantar mucho peso y eso, en ocasiones, puede hacer que los daños se intensifiquen rápidamente dejándola prácticamente inservible. Por ello, como decíamos arriba, repárala cuanto antes.
Déjala dentro de casa cuando no la utilices
Si tu hamaca es de exterior, nuestra recomendación es que la dejes dentro de casa cuando ya no vayas a hacer uso de ella. Y es que, por mucho que sea una hamaca de calidad, con el tiempo —como todo— puede acabar desgastándose. De ti depende que la vida útil de tu hamaca dure más o no. ¡Ojo! No nos referimos a que guardes tu hamaca en casa cada vez que dejes de usarla, recuerda que las hamacas de exterior están pensadas para resistir a la intemperie puesto que son hamacas resistentes, ahora bien, no sirve de nada mantenerla colgada —por ejemplo— en la temporada de invierno si no vas a hacer uso de ella. En ese caso, pliégala correctamente y guárdala hasta la próxima temporada de calor. En este artículo te explicamos cómo doblar la hamaca paso a paso.
Evita que le dé el sol directamente
Una exposición demasiado prolongada a la radiación solar puede dar lugar a que los tejidos de la hamaca pierdan color. Esto se debe a que todos los objetos absorben parte de la radiación, lo que hace que se rompan los enlaces químicos de los tintes. Tiene lugar una oxidación, y esto es algo que puede pasarle tanto a una camiseta que lleva mucho tiempo colgada fuera, como a una hamaca que recibe constantemente la radiación solar. Debes elegir un lugar donde haya sombra o al menos donde no reciba el sol directamente, en caso contrario te arriesgas a que los tejidos pierdan su vivacidad —incluso, a que te quemes mientras estás descansando en tu hamaca, a que pases mucho calor y a que no puedas disfrutar de la experiencia de relajarte en uno de estos columpios de tela—.
Haz un uso correcto de ella
Por supuesto, para poder disfrutar de hamacas buenas durante mucho tiempo es importante también que hagas un uso adecuado de las mismas. Como es obvio, evita saltar encima de ella, no la uses como columpio —por muy tentadora que pueda ser la idea— y no fumes mientras la estás utilizando, puesto que es posible que caiga ceniza y ello ocasione un agujero en tu hamaca. Piensa que por muy resistente que sea la hamaca esta está testada para ofrecer una vida útil y su mejor rendimiento en unas condiciones y no en otras, que sean hamacas de calidad no significa que puedas hacer con ellas lo que quieras. Otra de las cosas que debes evitar es que suba tu mascota, al menos si tiene las uñas afiladas y cabe la posibilidad de que se enganche en ella o provocarle un arañazo. Ten en cuenta este consejo también puesto que puede prevenir accidentes a tu mascota —sobre todo en el caso de las hamacas de red— donde perfectamente pueden engancharse los espolones de los perros o las pequeñas patas de los gatos.
No sobrepases el peso recomendado
Por último y no menos importante, es fundamental que no se sobrepase el peso recomendado de la hamaca. Ten en cuenta que hay modelos y modelos, algunas hamacas pueden incluso soportar hasta un peso de 200 kg —como es el caso de las hamacas americanas o mexicanas pensadas para tres personas—. Si tienes idea de escoger una hamaca para uso familiar, fíjate en el peso y en las dimensiones, así evitarás algún que otro susto, como una posible caída de la hamaca. También debes tener en cuenta el peso que pueden soportar las cuerdas y fijaciones.
Mantenimiento de la hamaca
Otra de las cosas que debes hacer para que tu hamaca dure mucho tiempo es llevar a cabo un correcto mantenimiento. Para ello asegúrate de lavarla cuando sea necesario. Por lo general las hamacas de tela pueden lavarse tanto a mano como en la lavadora. En el primero de los casos utiliza agua fría y jabón; en el segundo, opta por un lavado para prendas delicadas (también con agua fría). En todos ellos, evita la utilización de productos químicos, ya que pueden dañarla. Por otro lado, no te olvides de revisar las condiciones de lavado en la etiqueta para saber qué tipo de lavado puedes llevar a cabo (todo depende del material de tu hamaca).